Mi madre es una viga, mi padre es un poste. Nosotros sus diez palillitos. La viga por ahora no està con nosotros, pero la fuerza de su amor nos sigue llegando. El poste aquí sigue y nosotros seguimos descansando en su fuerza. Dios lo llene de vigor y salud los años que Él ya tiene escritos en su libro, antes de que se junte con su Biga y desde la cercanía de los cielos nos sigan llenando de vida. ¡Dios te bendiga, pá!
