A mi Padre

(En su cumpleaños 79,

14 de julio de 2011)

¡Cómo han pasado los años!

Dice la popular canción,

Y aquellos, que fuimos niños,

Damos gracias de corazón,

A Dios, que te ha bendecido,

Con bienes, también con daños.

Y otro día ha amanecido

Ya es ahora tu cumpleaños.

*

Has cumplido muchos días

Y de ellos con nosotros,

Has pasado alegrías,

Con tristezas, muchos otros.

Cuántas luchas, cuántas penas,

Cuántos triunfos; ¡y los rotos!

Y son siete nueve apenas,

Festejando con nosotros.

*

Ciertamente falta una

De sonrisa contagiosa,

Cariñosa cual ninguna

Nuestra madre, ¡tan hermosa!

Hace falta, ni dudarlo,

Madre nuestra, tu esposa,

Su amor supo brindarlo,

Y en tu corazón hoy reposa.

*

Feliz, muy feliz cumpleaños,

Te deseamos hoy papito,

Lo cantamos tus “pequeños”,

Con nuestro amor, toditito.

Recibe nuestra gratitud.

Que alcanza el infinito,

De besos, una multitud,

Y la gracia de Dios bendito.

*

Con mucho amor, tu hija Miriam.

Modelando, modelando...

Que tal eh?, que tal con el vaquero. Y sin estudiar modelaje. Conste que no vende, ni la camisa ni el pantalón, ni los zapatos.

Papito, yo que tu cobraba por tu modelaje, jeje. Y me das la parte que me corresponde por ser tu fotógrafa oficial. Jeje.

Te queremos mucho Papito. Gracias por estar con nosotros, gracias por tu amor. Que Dios nos permita seguir juntos por mucho tiempo mas, y a toda nuestra amada familia los cuide mucho también y nos permita gozarnos, disfrutarnos por mucho tiempo también.

"Que Dios te guarde y te bendiga"

Apá: Como te decíamos antes, de niños, cuando te despedíamos al irte a trabajar: "Que Dios te guarde y te bendiga". Que Dios te guarde y te bendiga por habernos criado, por habernos dado casa, comida, vestido, escuela, cariño y un ejemplo inconmensurable de lo que es vivir con honor. Que Dios te guarde y te bendiga porque nunca llegaste borracho a la casa, porque nunca te gustó el dinero fácil ni mal habido, porque nunca nos enseñaste con tu conducta la flojera ni la dejadez, porque nunca maquinaste el mal contra tu prójimo, porque amaste a mi madre y a tu madre hasta la muerte. Que Dios te guarde y te bendiga porque tu amor por nosotros no es perfecto pero nos consta que no dudarías un segundo en dar la vida por cualquiera de nosotros. Porque tu amor por nosotros no es perfecto pero nos ha cubierto cada instante de nuestra vida y nos sigue sosteniendo de mil formas. Apá, que Dios te guarde y te bendiga por ser nuestro padre. ¿En qué hemos merecido la fortuna de que Dios nos haya dado a ti por papá? Por eso no queda más que agradecer a Dios su gracia inmerecida y decirte hasta el muy lejano fin de tus días: "Apá, apá, ¡Que Dios te guarde y te bendiga!"