Mejor que el Zorro y el Charro Negro...

A mi papito le gustan dos refranes que reflejan su alma de niño y su identificación con los héroes justos y valientes de las historias: "Yo soy como el Zorro, desconozco el miedo y la derrota, marco a los malvados con la Z..." y el refrán del Charro Negro: "Mis arreos son las armas, mi descanso es pelear, mi cama las duras peñas, mi dormir siempre velar...",

Pero mi papá es más que el Zorro y el Charro Negro, en primera porque no son historietas lo que tenemos de él, son historias de verdad, experiencias vividas a su lado, donde siempre (dando su lugar a Dios, en primer lugar) ha sido nuestro fuerte, nuestro apoyo y nuestra defensa.

Recuerdo una vez que salió en toalla del baño, corriendo a ver que me pasaba porque me correteó un "perrito" el Balón, lo recuerdan? me daba mucho miedo y pegué tales gritos , que mi papi salió corriendo a medio bañar. Creo que todos recordamos la anécdota que platicaba mi mamá de como defendió a Blanca de un vecino cuando vivíamos en la cuartería. Recordamos como con rápidos reflejos "cachó" a Rayito cuando se cayó de la litera y no recuerdo a que otro nieto igual, como "porterazo" antes que tocara piso, como detuvo a Ángel para que no se saliera del carro andando, una mano en el volante y otra "pezcando a (l) Angelito... y así, una y otra vez en situaciones parecidas.

Claro que eso parece corto si hablo de lo riesgoso de su trabajo, de su responsabilidad para ir a trabajar lloviera, tronara o relampagueara, sano o enfermo. De su ser hombre de palabra, y caballero cual más. Recuerdo cuando viajábamos en autobús para ir a la escuela y yo corría para apartarle lugar, pero me duraba poco el gusto porque en cuanto veía a una mujer o anciano parados... les cedía el lugar. En ese entonces me molestaba un poco, pero fui aprendiendo el valor de la consideración, el respeto y la amabilidad y creo que a la fecha ninguno de nosotros permanecería comodamente sentado en una situación parecida. De no dejar que mi mamacita realizara más labores pesadas además de todo lo cansado que puede ser atender una familia (con la misma responsabilidad y entrega que él) que no cargara cosas pesadas, que los oficios tradicionalmente referidos a los hombres los realizaba él, su trato caballeroso con ella y con nosotras sus hijas o con mi abuelita, con mis tias.

De su responsabilidad en proveer económicamente, que como reconoce con orgullo mi mamita en su entrevista JAMÁS falló, y muchos más etcéteras que no menciono ahora, porque si lo hago ¿que escribo después?.

Pero de lo que estoy segura papito es que tú eres nuestro gran héroe de carne y hueso, con tu gran heroína, mi mamacita hermosa, al lado y además, eres MUCHO MÁS GUAPO!!! y lo mejor, eres un hijo de Dios y esa fe que nos inculcaron mi mamita y tú, es nuestro mayor legado. Muchas gracias papito, por todo el amor que nos has dado y por todo lo que nos has enseñado. Te quiero mucho, mucho. Dios te bendiga y te conserve siempre fiel a Él.