PAPITO

Parece que fue ayer cuando nos
Asomabamos para ver tu llegada.
Por fin bajabas del camión, y tus
Inquietos hijos a recibirte andaban.
Todos son bellos recuerdos que
Olvidar jamás ninguno podrá.

Y así como esté, hay tantas y tantas cosas que ahora salen a relucir como grandes enseñanzas que nos has ido dejando papito, para la vida de nuestras propias familias, que también son tuyas y de mi mamita.
De lo anterior escrito, la enseñanza del amor de familia, de la unidad y de la ayuda mutua, al menos a mí me ha quedado demasiado grande el paquete, pero alli la llevo.
Otra cosa que recuerdo y que quisiera que tuviera mi familia es tu resposabilidad. No había día sin que de una u otra forma vieramos tu dedicación y esfuerzo. Si había sol, si había lluvia, si estabas sano o estabas con fiebre, eso no era impedimento para que tú no hicieras tu trabajo.
El estar atento a nuestras necesidades era "de cajón". Me acuerdo como si ya no nos quedaban los zapatos, hasta de zapatero la hacìas. Nos cambiabas los tacones o nos habrías la punta de los zapatos, pero nunca anduvimos descalzos.
Te subías al techo a clavar las láminas que volaba el viento para que no nos lloviera dentro de la casa. La hacías de carpintero.
Y no le sigo porque sino ¿luego que escribo?.
Mientras tanto te dejo muchos besitos y abrazos papito. Recibe todo mi amor de hija gordinflas.